Sentir azul y blanco
 

Amor tripero



El domingo diferente, que rubrica, que evidencia,

que potencia los registros de tremenda diferencia.


La estadistica elocuente, la verdad que los lastima,

la tribuna de Gimansia que apabulla a la vecina.

Un estilo de vida, un mito, una realidad,

De pasiones populares, de los barrios, la ciudad.

Ni los diarios tendenciosos pudieron tergiversar

Las verdades de esta hinchada, su eterna paternidad.

Llega el duelo de tribunas màs sencillo de ganar,

Que demuestra, que enaltece, el que nunca igualaran.

Ese pueblo embravecido que en manada agitarà,

la bandera azul y blanca, su estandarte de lealtad.

De abandonos no sabemos, ni de prensa bien parcial,

sòlo sabe el mundo entero quienes mandan, quien es màs.

Que sabràn de terremotos!!!, que mentiras crearàn!!!,

la verdad los asesina, con tan sòlo comparar.

Ni goleadas los despiertan!!!, su silencio es atroz!!!,

con verguenza y sin respuestas, envidian 'La 22'.

Desbordados los triperos, preparamos la invasiòn,

llenaremos con aullidos el pozo de 32.

Vamos lobo de mi vida, corra, meta, quiera dar,

la alegria a esta gente que no para de alentar.

Que hermosura es ser del lobo, gracias nonno, gracias pà,

nuestro amor no està de moda, es legado, eternidad.

No hablen mas de latas viejas, de oxidada vanidad,

144 a 0, el trofeo mas veraz.

Corazòn de Favaloro, nuestra herencia, identidad,

Nuestro ejemplo de por vida, Dios tripero, lobo està!







Con un tono arrogante me pediste que cambie
de color, de esperanza , de ilusión, de bandera.
Me pediste que deje de escribir con la sangre,
aún sabiendo el origen de mi sangre "tripera"

Tu epidermis sedosa no comprende el latido
montaraz de mi pueblo, cuando sueña y espera.
Me pediste que cambie de pasión, de camino;
tu lustrosa divisa por mi piel de arpillera...

Yo no puedo cambiarte mi lealtad consagrada
por tus auras coronas...¡ No lo pidas siquiera !
Por la fama y historia de tu gloria ilustrada,
ni una fibra azulada de mi "franja" señera.

No te cambio las copas por mis palmas vacías,
ni cincuenta vitrinas por la voz bullanguera
de mis "lobos" que cuidan con fervor, cada día,
nuestro bosque querido, hasta el día que mueran.

Yo no puedo cambiarte, este idilio, por nada,
aunque nunca la nada abandone mi vera;
¡ Porque yo llevo dentro de mis venas clavada
la canción, hecha daga, de la hinchada tripera !








Centinela


Podrán pasar los años; tal vez, eternidades;
la vida en el planeta podrá desfallecer;
podrá quebrarse el cielo, sumirse las ciudades;
el infinito espacio volver a ya no ser...

Mas vos, mi amado “Lobo”, no apagarás tu canto;
tendrás la luna toda en cada amanecer;
y tu gritar ruidoso, tu aullido azul y blanco,
resonará en el aire, henchido de placer.

Podrán las ilusiones morir; podrán los soles
morir; podrá el silencio morir; morir la paz...
Solamente un purrete vistiendo tus colores,
solamente un purrete..., ¡no precisamos más!

Uno solo que vele, cual centinela, el bosque;
y entonces, mi Gimnasia... ¡no morirás jamás!









CORREO DE LECTORES
Gracias por ser Triperos



El lector Rafael Ton nos envió una carta de fin de año y bienvenida del 2009 para expresar su pasión y fanatismo por Gimnasia. La misma dice textualmente lo siguiente:

"El maestro, Joaquinito Sabina, dice en una canción: "Cuélgate de quien te quiera, no te mueras más que por amor". Y bueno, uno que lo admira, le hace caso: Me colgué de una vieja bandera, gigante, que siempre se renueva. Me colgué de la esperanza de un pueblo, me hice carne de su bullicio, me hice piel de su locura.

El Lobo, el nuestro, el tuyo y el mío, hermano, me ayudó a saber de que lado estoy. Sin careta alguna, llenando mi vida de amigos de tal manera que a veces no me alcanzan las horas de las noches para compartirlas con ellos. El Lobo agranda mi horizonte, me otorga la oportunidad de expresarme, de volar gracias a esa pasión que nos permite sentir.

El Lobo, el nuestro, el tuyo y el mío, hermano, me unió a gente que quiero mucho, que aunque a veces no la vea seguido o sólo los cruce entrando a la cancha, en una caravana, en una marcha o en un 10 de diciembre, me hace feliz verla, abrazarla, cantar, e inclusive a veces protestar.

El Lobo, el nuestro, el tuyo y el mío, hermano, es ese camino a recorrer, difícil sí, hermoso también.

Hoy quiero decirte algo: Quiero seguir recorriendo este camino junto a vos. Quiero dar las gracias al Lobo y las gracias a todos ustedes, tribu de locos, personajes increíbles, queribles. Vivir es ir con ustedes, vestidos de carnaval, siendo el azote de la rutina, la magia de cualquier relato, la prueba de que no todo es dinero.

En este 2009 espero disfrutar que seguimos siendo como somos: capaces de llorar por amor, de alegría, al mirar el cielo azul desde nuestro bosque, con miles de papelitos, tras la salida del Lobo; Capaces de saltar y alentar cuando el mundo nos dice que no lo hagamos; Capaces de aparecer con humos y globos en las malas; Capaces de un tsunami en las buenas; Capaces de ir de caravana de contramano y a los bocinazos o de hacer un pogo en un concierto de música clásica, porque somos así; Capaces de ponernos el gorro y tocar la corneta y el bombo y soñar y sentir que cada partido es un parto y a la vez una celebración y un pretexto para el abrazo. Nosotros sentimos que cada salida del Lobo en el Bosque es el amanecer de un buen día y cuando vemos la camiseta blanca, azul y blanca se eclipsa el planeta, los informativos, las malditas cuentas. Nos acompañan los que parece que se fueron, nos reencontramos en miradas y en gestos, porque tenemos el alma con los mismos colores.

Por supuesto que deseo: paz, pan, trabajo, salud, más solidaridad y más justicia para los que menos tienen, seguro, pero también tengo otro deseo: Qué mucha, pero mucha más gente se haga del Lobo, que sea un nuevo compañero en esta locura, se pare debajo de los tilos y subido a la tribuna, como dice Néstor Basile: ¡sueñe con los ojos abiertos, trepado al techo del tren, de cara a esta aventura maravillosa!

Este año, antes de mirar la tabla de posiciones, antes de mirar los goles en contra, voy a mirar al lado mío, si estas vos, si están todos ustedes hermanos triperos, si es así, entonces me sobra juego, soy feliz. Los quiero como a Gimnasia, es decir, más que ayer y menos que mañana. ¡Gracias por ser triperos!

Dicen que es tiempo de fiestas pero para nosotros - que siempre que juega el Lobo es tiempo de fiesta: Ya llega el 2009 ¡otro año en azul y blanco!"








Y si tripero, llegò el dìa.

El domingo diferente, que rubrica, que evidencia,

que potencia los registros de tremenda diferencia.

La estadistica elocuente, la verdad que los lastima,

la tribuna de Gimansia que apabulla a la vecina.

Un estilo de vida, un mito, una realidad,

De pasiones populares, de los barrios, la ciudad.

Ni los diarios tendenciosos pudieron tergiversar

Las verdades de esta hinchada, su eterna paternidad.

Llega el duelo de tribunas màs sencillo de ganar,

Que demuestra, que enaltece, el que nunca igualaran.

Ese pueblo embravecido que en manada agitarà,

la bandera azul y blanca, su estandarte de lealtad.

De abandonos no sabemos, ni de prensa bien parcial,

sòlo sabe el mundo entero quienes mandan, quien es màs.

Que sabràn de terremotos!!!, que mentiras crearàn!!!,

la verdad los asesina, con tan sòlo comparar.

Ni goleadas los despiertan!!!, su silencio es atroz!!!,

con verguenza y sin respuestas, envidian 'La 22'.

Desbordados los triperos, preparamos la invasiòn,

llenaremos con aullidos el pozo de 32.

Vamos lobo de mi vida, corra, meta, quiera dar,

la alegria a esta gente que no para de alentar.

Que hermosura es ser del lobo, gracias nonno, gracias pà,

nuestro amor no està de moda, es legado, eternidad.

No hablen mas de latas viejas, de oxidada vanidad,

145 a 0, el trofeo mas veraz.

Corazòn de Favaloro, nuestra herencia, identidad,

Nuestro ejemplo de por vida, Dios tripero, LOBO ESTA !!!!!!!!!!!!!!!








Abrazá a tu pibe que debe llorar por dentro, como vos. Y decile lo que ya intuyó: Gimnasia es así. Contale lo que no sabe pero siente: Gimnasia es indestructible. Comentale de otros malos tiempos, elegí esa historia que tenías guardada y largásela como hizo tu viejo, cuando tenías la edad de las desilusiones tempranas. Decile cómo nos levantamos porque la gente no se rindió ni se rendirá. Contale la verdad: no sabés el final de la historia, pero como ayer en ese estadio que no nos gusta, reventó la tribuna. Y decile que el domingo estaremos otra vez al pie del cañón. Y que lo entienda: vamos a pelear hasta el final. Que no se venga abajo: ésta fue una batalla ganada que se arruinó, pero la guerra es más importante. Abrazalo, se va a sentir mejor.
 
 
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